lunes, 9 de marzo de 2015

La porcelana transparente que se producía en Salamanca, Guanajuato.

    Este libro lo encontré hace poco más de un año, es la Memoria de la Secretaría de Fomento publicada en 1857 y la información que guarda es el estado de la industria, el comercio y las comunicaciones en México correspondientes al periodo comprendido de 1855 a 1857, tiempo en el que Ignacio Comonfort era el Presidente de la República. Se dice que fue él quien vino a Salamanca a inaugurar la Fabrica de Loza Fina San José, propiedad del cura de Salamanca, don Luis Saavedra. Dice Rojas Garcidueñas, basándose en lo escrito por Pedro González en su Geografía Local, que la fecha de la ceremonia en la que estuvo presente Comonfort pudo haber sido el 27 o 28 de Septiembre de 1855, "que fue cuando pasó Comonfort por Salamanca yendo de Guanajuato, a donde había llegado días antes con el gobernador Manuel Doblado". (1)

    También comenta Rojas Garcidueñas del tipo de piezas finas que allí se elaboraban, hace la descripción de un velador, aquellas pieza que se usaban para mitigar los reflejos de la luz que una vela daba y fuera más amable la lectura. Seguramente esa fue la razón por la cual lo que la Fábrica de Loza Fina de Salamanca fue seleccionada para exponer algo de su producción en la Exposición Universal realizada en París en 1855.

    Los productos seleccionados eran de todo tipo, frutas, hortalizas, metales, tequila, mezcal y, entre otros, cuadros de porcelana de la fábrica de Salamanca.

    Las piezas que la Fábrica de Salamanca recibió una mención honorífica, creo es importante el dato ya que en esa Exposición se exhibieron piezas elaboradas en Baviera, en Praga, en Inglaterra, lugares de añeja tradición en la producción de vidrio y porcelana y la Fábrica San José, de don Luis Saaverda, logró destacar allí por lo bien logrado de su producción.

    Dentro del documento que esta vez consultamos, encontramos que las características de lo que se producía en Salamanca era ideal para la realización de ladrillos refractarios, utilizados para la construcción de hornos, que eran tan buenos como los de Normandía.

   Hay algo en este libro, que es una recopilación de reportes oficiales, en el que nos reconfirma las excelencias de la producción salmantina: "Desgraciadamente no ha enviado México casi ningún producto de su industria cerámica, de loza, porcelana y vidrio, de cuyos productos existen muchas fábricas en el país. Solo figuran en la exposición, algunos bizcochos de porcelana transparente de la fábrica de Salamanca". (2)

Fuente:

1.- Rojas Garcidueñas, José. Salamanca, recuerdos de mi tierra guanajuatense. Edición Comentada. Raíces. Salamanca, 2014. pp.93-94.

2.- Siliceo, Manuel. Memoria de la Secretaria de Estado y del Despacho de Fomento, Colonización, Industria y Comercio de la República Mexicana. Imprenta de García Torres. México, 1857. pp.85-89

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