sábado, 5 de julio de 2014

La curiosa relación entre Salado Álvarez y Rojas Garcidueñas: La Batalla de Salamanca.

    Este bolg lo tengo enfocado a la Historia de Salamanca, he procurado evitar la inclusión de artículos que hablen de mí, de mis actividades pero esta vez se me hace imposible hacerlo, no pretendo protagonismo alguno, pero hoy me ocurre una enorme casualidad. Casualidad, como muchas en mi vida que me han llevado a conocer gente y lugares que luego me conducen a conocer personajes. Los dos personajes de los que hoy hablo son Victoriano Salado Álvarez y José Rojas Garcidueñas, uno de Teocaltiche, Jalisco, el otro de Salamanca, Guanajuato. Ambos escribieron sobre sus respectivos pueblos, el primero en su Tiempo Antiguo nos regala bosquejos de la vida cotidiana en esa parte de los Altos de Jalisco de la segunda mitad del siglo XIX, mientras que el segundo hace lo propio con el retrato de Salamanca, en el Bajío de Guanajuato, más o menos de la misma época en su Recuerdos de mi tierra guanajuatense. Al primero le levanté un Altar de Muertos en el día de los Fieles Difuntos de 2013, al segundo espero levantárselo cuando haya la oportunidad.

    Pero el ligar a un personaje con el otro, en los que hay una generación de por medio, pues Salado Álvarez vivió de 1867 a 1931, mientras que Rojas Gacidueñas fue de 1912 a 1981. El primero se graduó de Abogado en la Escuela de Jurisprudencia de Guadalajara, el segundo fue Lic. en Derecho por la Universidad Autónoma de México. El primero fue Socio de Número de la Academia Mexicana de la Lengua, ocupando la silla X; el segundo lo fue con la silla IV.

   Y llegamos al punto en donde la liga se estrecha pues ambos estaban interesado en el aspecto histórico de sus poblaciones y de México en general, ambos escriben pasajes de esa historia, si bien uno (Rojas) es más metódico que el otro (Salado), ambos coinciden en un pasaje ocurrido justo aquí, en Salamanca, el 10 de marzo de 1858 en la llamada Batalla de Salamanca, la que diera inicio a la Guerra de la Reforma.

    Salado Álvarez escribe: "He acometido la tarea de relatar en forma novelesca los episodios del gran movimiento reformista que cambió la faz de la República mexicana, porque tengo la convicción de que hay latente de ese periodo una gran fuente de inspiración para el artista, el pensador y el investigador. Comencé mi relación en el tiempo de la postrer dictadura de Santa Anna, porque de allí arranca la revolución de Ayutla, y porque en ninguna época de la historia mexicana se acentuarán tanto como en esa los vicios del régimen antiguo, que la Reforma destruyó por completo". (1)

   Y Salado Álvarez incluye dentro de su obra, conocida como Episodios Nacionales Mexicanos,  que es, como él mismo lo indica en su Advertencia, una novela histórica, la cual se divide en dos partes: La primera. Santa Anna a la Reforma, publicada en tres volúmenes en 1902. Y la segunda, La intervención y el imperio, publicada en cuatro volúmenes de 1903 a 1906. Justo en la primera parte, Tomo II, un capítulo dedicado a la Batalla de Salamanca (Digitalizado por la Universidad Autónoma de Nuevo León en dos secciones, una aquí, y la continuación aquí.) Mientras que Rojas Garcidueñas escribe un relato, incluido en la obra El Erudito y su Jardín, una recreación previa que titula En una fecha memorable.

   Ya para concluir todo esto de las coincidencias te comento una más, tanto el uno, Victoriano Salado Álvarez, como el otro, José Rojas Garcidueñas, trabajaron para el servicio exterior mexicano, en la Secretaría de Relaciones Exteriores, y sucede que el segundo escribe sobre el primero, eso lo puedes leer aquí.

Nota aclaratoria: Seguramente solo la gente de Teocaltiche entenderá la razón de esta última fotografía que incluyo, la de un chapulín, símbolo que los identifica con aquella leyenda que hay en torno al 11 de Noviembre y la Jura de la Virgen de los Dolores como su Santa Patrona.

Fuente:

1.- Salado Álvarez, Victoriano. De Santa Anna á la Reforma.  Tomo II. Memorias de un veterano. Establecimiento Editorial Editorial de J. Ballescá y Ca. Sucesores. México, 1902. Incluido en la Advertencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario