miércoles, 19 de diciembre de 2012

1822: Joel R. Poisett en su paso por Salamanca,.

 Son ya docenas de veces las que anoto, e incluyo una fotografía, el emblemático cerro del Culiacán, "el cono perfecto" según lo calificar el Barón de von Humboldt en su viaje por México en 1804. Y sucedió que, un año después de la consumación de la Independencia, los Estados Unidos tenían puestos los ojos, una vez más, en México... mejor dicho, en el territorio mexicano. Es por esa razón que envían a su espía, Joel R. Poinsett a un recorrido, de esos que ahora se nombran "scoutting" por parte del territorio nacional. El 19 de octubre de 1822 desembarca en Veracruz; a la ciudad de México llegaría el día 27, luego de una incómoda entrevista con el emperador Agustín de Iturbide el 2 de noviembre. Para el 11 saldrá de la ciudad rumbo a Guanajuato, su principal interés era, entre otras cosas, comprobar la abundancia de plata de la afamada mina de Valenciana.

 De la poca información escrita a la que Poinsett tuvo, antes de hacer su viaje a México, fue, sin lugar a dudas el Estudio del Reino de la Nueva España que escribió el Barón de von Humboldt. Es así como nuestro personaje comienza su tránsito por el Camino Real de Tierra Adentro. A lo largo de él, aunque en realidad, desde que había zarpado de los Estados Unidos, va tomando notas de todo, haciendo un diario personal que, debido al interés despertado por la nueva nación independiente que era México en ese entonces, se publicó como libro. Al leerlo encuentro que el día 18 de noviembre de 1822 pasó por Salamanca y esto es lo que escribió:

 "18 de noviembre, 1822.-


Ansioso por continuar, desperté caballerango más temprano de lo usual y salimos al amanecer. El campo merece todos los elogios que escuchamos anoche. Cerca del pueblo, el campo está repleto de zanjas y represas para proteger contra la inundación del río Laxa. El suelo es tierra rica y, dispuesto de esta manera, parece uno de nuestros más ricos arrozales. El río Santiago, el cual por la longitud de su cauce, semeja al Rhin o al Elba, fertiliza al valle entero. Las tierras de Zelaya, Salamanca, Irapuato y León son irrigadas por sus aguas; y este río, el cual llama El Río Grande, cuando se vierte a la bahía de San Bals, puede transportar el producto de estos llanos al Pacífico.Caminamos lentamente sobre este fértil suelo, pero el camino pronto giró a la derecha y pasamos sobre una cresta, seca y arenosa, cubierta de árboles de mimosa y grandes cáctus. A nuestra derecha, continuamos disfrutando de nuestra vista del Baxío. Para poder llegar a Guanaxuato mañana, decidimos tomar el camino más directo. Dejamos los pueblos de Salamanca e Irapuato sin visitar, pero esos pequeños pueblos semejan tanto unos a otros, que no son objeto de curiosidad. Fue para mi curioso e inesperado, encontrar tantos, tan cercanos, comprobando la gran fertilidad y abundancia de esta región.

"Al mediodía, nos detuvimos en un rancho de chozas al rededor de las ruinas de una Hacienda. Como siempre, encontramos a la gente cortés y amable y nos abastecieron abundantemente de aves, huevos y leche. Estas chozas son demasiado pequeñas y sucias para comer dentro y generalmente desayunamos al aire libre y en presencia de una multitud curiosa. La gente que nos rodea esta mañana es de todo tipo de color de piel desde el negro al blanco. La mujer que cocinó para nosotros presumió que su hijo era hijo de gachupín, era el más blanco de entre ellos. El mestizo más moreno tenía cabello lacio. Las mujeres nos rogaban darles licor en vez de dinero, y estuvieron muy contentas por su pequeño regalo de brandy. Esta hacienda fue quemada durante la primera guerra de Revolución y no tan lejos, vimos otra en ruinas. Desde nuestro avance desde San Juan del Río, hemos visto una gran cantidad de ruinas. Estas haciendas generalmente son edificios espaciosos, con dos patios: el primero contiene las habitaciones que abren hacia el patio. El segundo las oficinas, y algunos tienen un tercer patio con establo para 200 a 300 mulas, y graneros de amplias dimensiones, molinos de aceite y almacén para la herramienta de campo, y todas tienen una capilla cercana.

 "Son construidas de ladrillos sin quemar o piedra cortada. La pérdida de tales fincas es ruinoso para el agricultor y ningún intento se ha hecho para repararlas. Vimos hoy unas excelentes plantaciones de olivos: los árboles grandes y frondosos. Observé que una rica tierra orgánica estaba amontonada al rededor de la raíz de cada árbol formando un montículo de aproximadamente 3 pies de alto al rededor del tronco. Pasamos tan cercanos a Salamanca e Irapuato que se podían distinguir las iglesias y casas. Son ordenadas y bien construidas. Ambos pueblos están situados en medio del fértil Baxío y tienen aproximadamente cuatro mil habitantes cada uno. A las cuatro llegamos a una Hacienda donde pretendíamos hacer alto por el día pero la encontramos en un estado tan ruinoso que no había un cuarto habitable, ni siquiera un encierro para nuestras mulas. Nos vimos obligados a arriar nuestro cansado ganado otra agotadora legua, a una hacienda donde fuimos amablemente recibidos y estamos suficientemente abastecidos por provisiones de todo tipo. A unas millas de este lugar pasamos, a nuestra derecha, un pequeño cerro aislado que tenía la apariencia de un Teocalli. Era un cono truncado y parecía ser formado por la mano del hombre". (1)

Al leer los conceptos de Poinsett notamos una gran influencia en los expresados por Humboldt al ir comparando ríos, campos y montañas con las europeas. Habrá que considerar que él era botánico, por lo que pone mayor atención a las plantas. El día 18 de noviembre lo inicia en Celaya, sitio en donde dispuso del tiempo suficiente para hacer una descripción de la agricultura de México según sus observaciones. Menciona de haber visto en el camino unos bien plantados olivos, esto quiere decir que pasó por el Molino de Sarabia,  único sitio en donde se cultivaba en esta parte del Bajío. Seguramente fue allí en donde tomaron el camino a la derecha, que era una desviación del Camino Real que conectaba al Molino de Sarabia con la Hacienda de Cerrogordo para seguir a la Hacienda de Temascatío, sitio que fue, efectivamente, quemado en varias ocasiones durante la guerra de Independencia. ¿O fue la Hacienda de Mendoza? Los siguientes puntos mencionados corresponden a las haciendas de Copal, La Calera y Jaripitío. Ya para el día 19 hace mención de haber pasado por la Hacienda de Burras enfilando rumbo a Marfíl.

La razón por la cual incluyo fotografías de flores de Nochebuena es debido a que fue J.R. Poinsett quien las introdujo a los Estados Unidos, luego de verlas en su segundo viaje a México en el templo de Santa Prisca en Taxco, esto en 1825. En la actualidad estas flores son conocidas en varias partes del mundo como Poinsettia.

Fuente:

Notes on Mexico. made in the autumn of 1822. J. R. Poinsett, Esq. Member of Congress United States of America. London, John Miler, 5 New Bridge St. 1825.

Agradezco a Denise Melendrez su ayuda en la traducción de esta parte del diario de Poinsett.

1 comentario:

  1. Iba describiendo como una especie de paraíso recién descubierto... Imagino esos anfitriones sencillos y con nobleza, los paisajes y hasta los olores.
    Yo no sé cómo tú descubres tantas cosas interesantes. Gracias por compartirlo.

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